CUANDO LO POSITIVO Y LO NEGATIVO SON CONTAGIOSOS Y AFECTAN A TU ENTORNO
Hoy quiero hacer una reflexión sobre la forma en que nos afectan las emociones ajenas, sobre el impacto de la empatía y la canalización de nuestras propias energías, en positivo o negativo. Cómo nos repercute el estado anímico de las personas más cercanas, familia, amigos, compañeros de trabajo, personas con las que convivimos a diario y que son (sin darnos cuenta) nuestro propio soporte o reflejo. De qué manera actuamos dependiendo de cómo actúan estas personas de nuestro entorno y cómo podemos frenar el impacto negativo que puedan ejercer sobre nuestro subconsciente.
Está científicamente constatado que el cerebro emite ondas electromagnéticas y que estás a su vez son emisores y receptores de las demás, basándonos en este dato científico debemos apreciar que nuestro cerebro funciona básicamente con energía bio-químico-eléctrica. Aunque la potencia de la electricidad que manejan nuestras neuronas es baja (se mide en milivoltios), dicha potencia le es suficiente para procesar, manejar, distribuir y usar cantidades ingentes de información y generar multiplicidad de respuestas (casi infinitas en posibilidades). Así que al usar micro-electricidad, podemos concluir que el cerebro es una máquina de bajas frecuencias. Y segundo... donde hay electricidad, hay electromagnetismo y donde hay electromagnetismo hay frecuencias (que se emiten hacia afuera... o que ser reciben del exterior.
Poco después de la II Guerra Mundial, un psiquiatra alemán, profesor de la Universidad de Viena, llamado Hans Berger (1.843-1941) demostró con un aparato "amplificador" al que se bautizó como electroencefalógrafo que existía un potencial eléctrico (oscilaciones de tensión) en el cerebro humano. Antes que él, el médico inglés Richard Caton (1842-1926) demostró potenciales parecidos en perros. Los primeros tipos de frecuencia que se descubrieron fueron las "alpha" y las "theta". Más tarde se completarían con investigaciones que completaron la gama de registro del electroencefalógrafo. Cada tipo de onda se traduce en un estado psico-neuro-fisiológico diferente. Es decir, nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra actividad física y fisiológica son completamente diferentes en cada uno de estos estados o frecuencias. El tipo de substancias neuro-químicas y hormonas vertidas al flujo sanguíneo varía según el tipo de frecuencia. Y tanto según la presencia y cantidad de dichas substancias como el estado de ánimo que tengamos, interactúan entre sí para producir un estado físico-fisiológico-mental-comportamental final.
Una vez que tenemos datos científicos en los que basarnos, podemos entender de manera lógica, que las sensaciones y estado anímico se pueden transmitir y captar y que algunas se basan en sustancias que segrega nuestro cerebro y viajan a través de la sangre
La SEROTONINA. Regula los estados de ánimo positivo y negativo
La serotonina por ejemplo, es una hormona, que puede ser encontrada en grandes cantidades por muchas partes del cuerpo, y por lo tanto un desajuste general en la producción de esta sustancia puede tener efectos drásticos sobre varios factores que afectan a nuestra manera de sentir y comportarnos.
Concretamente, la serotonina ha estado asociada durante muchos años a los síntomas de la depresión, ya que las personas con un trastorno de este tipo acostumbran a tener bajas concentraciones de 5-HT en sangre. Sin embargo, no se sabe hasta qué punto es el déficit de serotonina lo que produce la depresión o viceversa.
Las ONDAS CEREBRALES ALFA. Están relacionadas con el descanso y el relax.
Son ondas cerebrales que tienen ciclos situados en los rangos de 8 a 12 Hz, y que normalmente se generan en el hemisferio derecho del cerebro o en modo sincronizado entre ambos hemisferios. Las ondas alfa se activan cuando la mente y el cuerpo están completamente relajados y libres de estrés.
Las ondas alfa son las ondas dominantes en personas que están relajadas, que son creativas y una poseen una mente clara. A pesar de las betas, las alfas también se consideran un patrón normal de ondas cerebrales ya que se da cuando la gente cierra los ojos para descansar y dormir.
Cómo inducir a nuestra mente a generar ondas alfa:
1. Cuenta lentamente del 100 al 1.
2. Siéntate o túmbate en la cama, cierra tus ojos y céntrate en la respiración. Haz respiraciones profundas.
3. Escucha música relajante. También está demostrado que la música Barroca despierta las ondas alfa. Aunque estés trabajando intenta contrarrestar tus ondas Beta con las Alfas que conseguirás escuchando música mientras trabajas.
¿Cuáles son los beneficios de las ondas cerebrales alfa o alpha?
Relajación del cuerpo y la mente
Mayor nivel de creatividad
Mayor capacidad para resolver problemas
Estabilidad emocional
Disminución de los niveles de estrés y ansiedad
Flujo de estado de conciencia
Capacidad de mejorar el aprendizaje
Activación del sistema inmunológico
Aumento de los niveles de serotonina
Tu estado de ánimo depende del estado de ánimo de los demás:
La memética es una hipótesis de contenido mental basado en una analogía de la evolución darwiniana. Los defensores describen la memética como una aproximación a los modelos evolutivos de transferencia de información cultural. El concepto fue popularizado por el biólogo evolutivo Richard Dawkins en su libro El gen egoísta.
Permite revelarnos que nosotros, de una forma asombrosamente profunda, somos en gran parte una suma de influencias por parte de la gente con la que tenemos un contacto cotidiano.
El impacto emocional de las personas que nos rodean quedo expresado en un curioso experimento realizado con estudiantes voluntarios de la Universidad de Wurzburg, Alemania. Los sujetos debían escuchar una voz grabada leyendo un párrafo muy pesado y aburrido, una traducción alemana del Tratado de la naturaleza humana, del filósofo David Hume. Pero la grabación tenía dos versiones diferentes. Una ligeramente alegre y otra ligeramente triste. La diferencia entre ambas, sin embargo, era tan sutil que nadie se percataba de ella a menos que se le indicara expresamente. Pero lo cierto es que ambas grabaciones, dependiendo de su tono sutil, determinaban que luego el sujeto saliera un poco más alegre o un poco más triste después del experimento. La infiltración del estado de ánimo en los estudiantes era tan poderosa que ésta se producía incluso cuando los sujetos realizaban alguna tarea que les distrajera de la grabación, como rellenar los agujeros de un tablero de madera. Estas distracciones no permitían que los sujetos entendieran el párrafo de Hume (y sin distracciones es muy posible que nadie lo entendiera realmente), sin embargo el contagio de estado de ánimo se producía con la misma intensidad.
O dicho de otro modo: no importa lo que digas sino cómo lo digas.
En este sentido, el experimento de Wurzburg pone de relieve que nuestro mundo debe estar repleto de desencadenantes del estado de ánimo. Desde la música ambiental de un ascensor hasta un tono de voz. Las expresiones faciales de los demás también nos influyen. Lo de que la risa es contagiosa es completamente cierto. Pero también lo es el resto de muecas gracias a nuestras neuronas espejo. Como apunta Daniel Goleman, este reflejo de la imitación favorece una especie de puente intercerebral que nos expone a las influencias emocionales más sutiles de quienes rodean.
O simplificando: demuestra que somos seres empáticos.
Luego hay personas más o menos sensibles, por supuesto, pero en todos nosotros la transacción emocional vía visual se produce también a nivel inconsciente. Imitamos la alegría de un rostro que sonríe tensando los músculos faciales que esbozan la sonrisa, y esto ocurre de manera automática, aunque nosotros no queramos. Puede que pensemos que realmente no ocurre algo así, pero la monitorización de la musculatura facial pone claramente de relieve la presencia de ese reflejo emocional.
Cuando hablamos de empatía: es la capacidad cognitiva de percibir (en un contexto común) lo que otro ser puede sentir. También es descrita como un sentimiento de participación afectiva de una persona cuando se afecta a otra.
Por lo tanto hablar de empatía, ondas electromagnéticas, serotonina, y memética en conjunto no es ninguna tontería ya que todo está relacionado y que depende de todo el conjunto para que podamos de una forma lógica, o bien contagiar nuestra positividad o negatividad.
En el fondo depende de nosotros mismos, de nuestra mente, positivar nuestro entorno y contagiar a los que nos rodean: Ejercicios de relajación, mantener la mente en blanco durante el descanso, vaciar nuestros pensamientos de ideas o conceptos negativos hacia los demás, son algunas de las técnicas para llegar a conseguir un estado positivo.
Me llaman tonto porque soy bueno! Sí, sabemos que en general suele ser así y eso nos hace (en muchas ocasiones) dejar de lado la parte positiva de las cosas, Tenemos que intentar no pensar en lo que los demás piensan o creemos que piensan de nosotros, seremos más felices y más positivos.
Dedicado a las personas que ven lo malo en todo y todos. Cambia por favor, estás haciendo daño a las personas de tu entorno y a ti mismo.